Como hermana mayor debería ser ejemplo en todo para mi hermana. Lo cierto es que a veces me sorprende cómo ella me da ejemplo a mí y me inspira a ser mejor. ¡Se tenía que notar que es maestra! Por eso he comenzado a anotar mis recetas en este blog y a ver si así pongo fin a volverme loca para encontrar una receta que me gustó. Así que nada, esta receta va dedicada a ti, Carmen, por tu peculiar manera de clasificar y ordenar tus cositas en el estudio. ¡Qué envidia me da! Sana, pero envidia.
La receta
Estas galletas están buenas, buenísimas. Tanto que a nosotros solo nos duraron dos días (alrededor de 20 galletas de tamaño mediano). Crujientes, con ese sabor tan rico a chocolate, vamos que estábamos deseando que fuera la hora de la merienda para poder deborarlas. Y eso que esta vez no teníamos excusas como con el roscón: 'que si es una pena que se ponga duro con el trabajo que nos ha costado', 'que si va a coger sabor a nevera con lo bueno que está' (solo dejamos que estuviera un día en la nevera, al otro día ya nos lo habíamos comido), 'que yo como llevo a la niña a la guarde gasto mucha energía...' Ya sé que esta excusa tiene poco fundamento (10 min de caminata, 30 sentada cómodamente en el metro), pero, oye, funciona para autoconvencerme. Nada a ver si os animáis a hacer las galletas y ¡ya me decís cuánto os duran a vosotros!
La receta es adaptada de sweetapolita.com, con algunos toquecillos míos.
Ingredientes (para unas 15-20 galletas)
- 250g de harina, tamizada
- 50g de chocolate puro en polvo
- un pizca pequeña de sal (1/3 de cucharadita)
- 150g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 135g de azúcar
- 1 huevo, frío
- canela molida al gusto
Preparación
1. Mezclar la harina, el chocolate en polvo, la canela molida y la sal.
2. Aparte, batir la mantequilla y el azúcar hasta que se obtenga una consistencia de espuma. A continuación se mezclan los huevos, sin batir mucho.
3. Añadir a esta mezcla la harina y mezclar todo a velocidad lenta hasta que todo esté mezclado bien.
4. Separar la masa en dos partes. Hacer una bola y colocarla en clingfilm. Presionar con la palma de la mano hasta dejar un disco de 5 cm de alto. Envolver la bola con el plástico. Repetir el mismo proceso con la masa restante y dejar enfriar los discos en la nevera durante una hora.
5. Sacar un disco de la nevera, quitar el plástico y colocar encima de papel de horno. Añadir otro trozo de papel de horno por encima.
6. Pasar el rodillo por encima (puede requerir un poco de trabajo hasta que la masa se ablanda un poquito).
7. Precalentar el horno a 160º.
8. Colocar el papel con la masa otra vez en la nevera durante unos 15 minutos.
9. Sacar del horno, cortar con cortagalletas (yo lo hice con un vaso) y colocar en papel de hornear con 5 cm de separación entre galletas. Meter en el congelador durante unos 15 minutos. A continuación, hornear hasta que los bordes de las galletas estén dorados o parezcan crujientes, sobre unos 20 minutos.
10. Sacar las galletas y dejar enfriar durante unos 10 minutos. Después se pueden pasar a una rejilla de horno hasta que se terminan de enfriar completamente.
11. Se repite el mismo proceso con el resto de la masa.
Mis trucos
Nada como utilizar un chocolate de calidad. Para mí, cuanto más puro más bueno.
Las galletas se conservan a temperatura ambiente en un recipiente sellado hasta 2 semanas (si es que a alguien le dura tanto tiempo). También se pueden congelar en un recipiente sellado.
- 250g de harina, tamizada
- 50g de chocolate puro en polvo
- un pizca pequeña de sal (1/3 de cucharadita)
- 150g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 135g de azúcar
- 1 huevo, frío
- canela molida al gusto
Preparación
1. Mezclar la harina, el chocolate en polvo, la canela molida y la sal.
2. Aparte, batir la mantequilla y el azúcar hasta que se obtenga una consistencia de espuma. A continuación se mezclan los huevos, sin batir mucho.
3. Añadir a esta mezcla la harina y mezclar todo a velocidad lenta hasta que todo esté mezclado bien.
4. Separar la masa en dos partes. Hacer una bola y colocarla en clingfilm. Presionar con la palma de la mano hasta dejar un disco de 5 cm de alto. Envolver la bola con el plástico. Repetir el mismo proceso con la masa restante y dejar enfriar los discos en la nevera durante una hora.
5. Sacar un disco de la nevera, quitar el plástico y colocar encima de papel de horno. Añadir otro trozo de papel de horno por encima.
6. Pasar el rodillo por encima (puede requerir un poco de trabajo hasta que la masa se ablanda un poquito).
7. Precalentar el horno a 160º.
8. Colocar el papel con la masa otra vez en la nevera durante unos 15 minutos.
9. Sacar del horno, cortar con cortagalletas (yo lo hice con un vaso) y colocar en papel de hornear con 5 cm de separación entre galletas. Meter en el congelador durante unos 15 minutos. A continuación, hornear hasta que los bordes de las galletas estén dorados o parezcan crujientes, sobre unos 20 minutos.
10. Sacar las galletas y dejar enfriar durante unos 10 minutos. Después se pueden pasar a una rejilla de horno hasta que se terminan de enfriar completamente.
11. Se repite el mismo proceso con el resto de la masa.
Mis trucos
Nada como utilizar un chocolate de calidad. Para mí, cuanto más puro más bueno.
Las galletas se conservan a temperatura ambiente en un recipiente sellado hasta 2 semanas (si es que a alguien le dura tanto tiempo). También se pueden congelar en un recipiente sellado.
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